jueves, 9 de febrero de 2017

Explicando palabrejas (Metodología)

Hoy vamos a hablar del que creemos que es el mejor sistema de aprendizaje para la mayoría de personas con TEA, el aprendizaje sin error. Nos centraremos en las estrategias necesarias para conseguirlo y veremos varios ejemplos e ideas. Esperamos que os puedan ayudar,  a los profesionales, en vuestra intervención diaria, y a los padres, para apoyar a vuestro hijos en lo cotidiano y  entender mejor esas palabrejas que os ponemos en las evaluaciones y programaciones.

Pero... ¿por qué usar el aprendizaje sin error?
Porque es  más eficaz que el ensayo-error, porque los errores hacen que aparezcan frustraciones, desconcierto, negativismo y alteraciones conductuales en muchos chicos con TEA.

¿Qué  podemos hacer para conseguirlo?

Lo primero y principal, adaptar los objetivos al nivel evolutivo, perfil cognitivo y estilo de aprendizaje.  Porque personas con un mismo diagnóstico se diferencian entre sí por sus distintas características cognitivas, sociales y conductuales. Por eso, para la intervención, hay que partir de una evaluación (pruebas diagnósticas , distintos test, entrevistas a familiares y observación en contexto natural), para conocer los puntos fuertes y débiles en las distintas áreas y así poder crear un programa de intervención.

Para llevar a cabo esta  intervención,  tenemos que conocer sus habilidades, fortalezas y competencias para poder aprovecharlas en el aprendizaje de otros objetivos. Por ejemplo, si el punto fuerte de un chico es dibujar y además se le da genial, podemos enseñarle otra cosa a través del dibujo.

Lectura global de frases (la niña dibuja a partir de frases que lee)


Es fundamental, además, estructurar el tiempo, el espacio y la tarea. Temas que podéis leer en profundidad en otras entradas: agendas, renovarse o morir y método Teacch

A parte de estructurar, para asegurar la comprensión, debemos dar instrucciones claras, sencillas y concisas. Y, por supuesto, debemos evitar dobles sentidos y frases hechas.

Otra herramienta que tenemos es la de dividir o secuenciar objetivos. Hay ocasiones en las que un objetivo concreto es difícil de lograr, quizás estemos exigiendo demasiado de golpe, podemos dividir ese objetivo e ir pasito a paso. Casi todos los objetivos se pueden secuenciar. Por ejemplo, si queremos proponernos que el chico aprenda a lavarse las manos, lo podemos dividir en varios pasos: subir las mangas, echar jabón, abrir el grifo, frotar las manos, aclarar, cerrar el  grifo y secar.

Además de todo lo dicho, un recurso fundamental para conseguir el aprendizaje sin error es el de  proporcionar ayudas pero también saber retirarlas para no crear dependencias, lo haremos progresivamente para ir favoreciendo poco a poco la autonomía.


Para conseguir esa independencia es importantísimo enseñar a pedir ayuda, que explicamos  en la entrada  por donde seguimos.

¿Qué tipos de recursos podemos usar para conseguir un aprendizaje sin error?

Apoyo verbal: ayudamos oralmente a realizar alguna tarea. Por ejemplo, a la hora de trabajar la construcción de palabras por sílabas podemos decirle la sílaba que tiene que buscar, al montar la palabra "pato" le decimos "pa" para encuentre dicha sílaba. 
Otro ejemplo, si un chico no es capaz de narrarnos una experiencia, como una excursión, podemos hacerle pequeñas preguntas, así se concretarán las respuestas y será más fácil organizar la información que nos quiere contar (¿dónde fuiste?, ¿Con quién fuiste a la excursión?, ¿A qué jugaste después de desayunar?, etc). En este caso, el de narrar experiencias, debemos hacer preguntas concretas y olvidarnos del típico "¿qué tal en el cole?" "¿qué has hecho en el cole?"...son 5 horas!!! y si tienen comedor y extraescolares...¡Seamos más precisos con nuestras preguntas!

Apoyo signado: Esta ayuda se refiere a asociar signos en un principio, para usarlos como apoyo más adelante. Por ejemplo, cuando usamos el aprendizaje en tres pasos (podéis consultarlo en "ordenando el mundo") en la primera tarea, clasificar o emparejar, al presentarle la tarjeta o el objeto, además de nombrarlo, realizamos el signo, así cuando toque designar podemos usarlo para que el chico comprenda mejor que objeto o tarjeta le estamos pidiendo.

ROJO

Apoyo físico: Ayudar físicamente a hacer algo, ponerse el abrigo, abotonar...girarlo para que se dirija a alguien al decir adiós, coger y acercar su mano a su carpeta de comunicación, colocarle bien los dedos para coger un lápiz al colorear...


Modelado: Dar un modelo para que nos imite, este modelo puede ser visual o verbal. A la hora de trabajar la articulación de fonemas no solo apoyamos verbalmente con el fonema que queremos que articule, sino que también está viendo cómo es la colocación de los labios y, en ocasiones, de la lengua, al pronunciarlo nosotros.
También cuando queremos que los chicos aprendan a representar,  les damos el modelo para que lo reproduzcan.

 

Espera estructurada: Antes de proporcionar otro tipo de ayuda, es de utilidad dar un tiempo, controlado, para que el chico responda o haga lo que nos proponemos. Si queremos que nos salude, antes de darle un apoyo nos ponemos a su altura y esperamos un poco manteniendo contacto ocular. Muchas veces nos adelantamos y no dejamos tiempo de respuesta ¡PACIENCIA!

Elicitar: dar pistas con cualquier apoyo, por ejemplo iniciar un signo, que la persona ya reconozca, sin realizarlo completamente,  para recordarle lo que tiene que decir. No confundamos esto con dar indicios verbales, no inducimos verbalmente para evitar errores, es mejor dar una clave visual o un signo que el chico conozca, porque si yo en vez de realizar el signo de ayuda para que él diga "ayuda" comienzo la palabra "aaa..." el chico puede completar con lo primero que le venga a la cabeza,  "agua",  por ejemplo.

Ya hemos hablado de que todos estos apoyos se deben ir retirando y una manera de hacer esto es el encadenamiento hacia atrás, que consiste en retirar un apoyo progresivamente de atrás hacia delante, de forma que lo primero que el chico realice solo sea el final de la tarea. Por ejemplo, si nuestro objetivo es que la persona dibuje un triángulo,  primero trazaremos el triángulo dejando, uno de los tres lados sin dibujar,  para que él lo complete. Más adelante en vez de un lado sin dibujar dejaremos dos y, si lo hace bien, a continuación ya podrá dibujar el triángulo completo.





Otro ejemplo puede ser el de cerrar la cremallera de la mochila, primero podemos darle apoyo físico para coger el tirador de la cremallera y hacer todo el recorrido hasta que quede solo bajar una parte de la cremallera , que es lo más sencillo, a continuación, reduciremos el recorrido que hacemos con él, hasta, por último, dejar que él solo coja el tirador de la cremallera. 

Pero todo esto no será útil, si no desarrollamos un requisito indispensable al comienzo de nuestra intervención,  establecer una relación positiva, crear vínculos... ¿cómo? Teniendo una disposición calmada para dar respuestas emocionales equilibradas, tomarnos tiempo para conocer al chico y que él nos conozca y siendo creativos para resolver las dificultades que vayan surgiendo.

Nosotros también esperamos ser un recurso o estrategia útil para vosotros...
¡Hasta la próxima!


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