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viernes, 1 de diciembre de 2017

Estrujando historias (Historias temporales)

Normalmente en nuestras entradas hablamos de un objetivo y de ejemplos de actividades para trabajarlo, en esta entrada lo vamos a hacer al revés, porque  va dedicada a una actividad que creemos muy útil para abordar diversos objetivos. Y esta completísima actividad es la de historias o secuencias  temporales.
En la entrada “cocodrilo, bote, cocodrilo, bote…” ya hablábamos de ellas y dábamos algunas pinceladas sobre cómo aprovecharlas para otras tareas. Y esto es lo que queremos ampliar,  porque es una actividad a la que podemos sacar  mucho partido y nos ayuda a trabajar y conseguir algo primordial como es la generalización de aprendizajes.  
Varios de esos objetivos ya los explicábamos en la entrada “Hagamos como si…”  y estaban dentro del juego simbólico (la integración y la planificación), pero hay muchos más:

      Estructuración  y narración:

Después de ordenar una secuencia temporal, es un buen momento para que nuestro chico la cuente. Para eso, le daremos apoyos, primero (si es necesario) construimos la frase que acompaña a cada viñeta tal y como os contábamos en la entrada “Hablando,pasemos el día hablando” (primero le ayudamos a montar la frase con los pictos y más adelante dejaremos que la monte solo), ajustándonos siempre al nivel de estructuración de cada chico. Además, entre cada viñeta, podemos poner un apoyo visual, como una flecha, que será el recordatorio para introducir el nexo de unión. Nosotros solemos decir “después”. A parte del apoyo visual, también podemos apoyar con el signo para que el chico lo nombre. Como todo apoyo, más adelante,  habrá que retirarlo, de modo que nos narre la historia sin el apoyo visual de las frases y sin las flechas, y, como siguiente paso, debería contarnos la historia sin las viñetas.





         Responder a preguntas:

Una vez trabajada de forma estructurada la respuesta a preguntas ( un, dos, tres... responda otra vez), se puede generalizar su aprendizaje usando una historia temporal que nos dé pie a hacer tipos de preguntas diferentes. 


"¿De qué color son las flores?¿Cuantos niños hay?¿Dónde ponen las flores?..."

·         Emociones y estados físicos:
Una vez más, usaremos la actividad para generalizar aprendizajes. Si nuestro chico ya reconoce las emociones (básicas o complejas) y estados físicos, podemos encontrar multitud de historias en las que pueda decirnos cómo se siente y por qué. En este caso os recomendamos la colección “Dime por qué” de Gloria López Garzón de la Editorial GEU.
"El niño está triste porque se ha caído" 

También podéis echarle imaginación y crear vuestras propias viñetas.
                    
"La niña está contenta porque ha ganado la carrera"



·         Teoría de la mente:
Una forma de generalizar la comprensión de las vías de acceso al conocimiento es la de usar distintas historias temporales en las que comprobaremos si realmente ha interiorizado ese aprendizaje. Veamos un ejemplo:


Después de narrar esta historia podemos hacer preguntas buscando si ha captado las nociones mentalistas:
- “¿Por qué se ha mojado la niña?” –“Porque el niño ha abierto el grifo”
-“¿Sabía el niño que estaba ahí la niña?”- “no”
-¿Por qué no sabía que la niña estaba ahí?- “Porque no la ha visto” “porque estaba de espaldas”… 
-“¿Quería el niño mojar a la niña?”-“no”
Además es una tarea muy útil para trabajar la capacidad de atribuir intenciones y pensamientos a otras personas si sabemos elegir las historias adecuadas.
Tomando la misma historia como referente vamos trabajando sobre las intenciones que tienen los niños, qué quiere hacer el niño, para qué abre el grifo, que va a hacer la niña, para qué coloca la toalla en el suelo…
Podemos valernos de este tipo de historias para trabajar la comprensión de los símbolos que se usan para representar gráficamente estados mentales y conversaciones. Si nos fijamos en la siguiente historia podemos ver que hay bocadillos de pensar y de hablar, podemos aprovechar para diferenciarlos y comprender  a que situaciones corresponde cada uno de ellos:


Si nos fijamos en la primera viñeta veremos que el niño está pensando, porque si hablara las niñas le podrían escuchar y ya no podría asustarlas. 
Os recomendamos para todos estos objetivos de Teoría de la mente los libros “En la mente 1 y 2” de Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez de Entha Ediciones y las secuencias de la marca Schubi llamadas “Y después ¿qué?”.

·          Inferencias del lenguaje – Función conversacional - Lectura comprensiva
Estas historias tipo comic nos ayudarán a trabajar a nivel comprensión las inferencias del lenguaje.  Fijándose en la situación que se da en la secuencia, el chico puede poner los distintos bocadillos (usaríamos bocadillos recortables), eligiendo dónde encaja cada comentario o pensamiento y  a qué  personaje corresponde.
A nivel expresivo trabajaríamos la función conversacional.  Se trata de plasmar lo que dicen o piensan los personajes de las historias. Una manera de hacerlo sería que nosotros expresáramos lo que dice uno de los personajes y nuestro chico propusiera los comentarios de otro personaje, así se crearía un diálogo. 
 Hay chicos que simplemente precisarán que le hagamos preguntas para conseguir ese  diálogo y en otras ocasiones quizás necesiten opciones.
 En todas estas actividades en las que usamos bocadillos también se estará abordando la lectura comprensiva. Pero hay otra forma de trabajarla valiéndonos de una secuencia: describiremos lo que ocurre en cada viñeta y el chico tiene que emparejar la imagen con el texto; en un primer momento presentaremos el mismo número de   tarjetas con texto que de viñetas pero, más adelante, podemos complicar la tarea poniendo alguna trampilla (una frase que no pega).

·         Juego de Roles:
Al igual que representábamos las secuencias temporales con muñecos, también podemos enseñar a representarlas siendo nosotros los personajes, como si fuéramos actores. Esto es muy útil para que nuestro chico aprenda a mantener una postura corporal adecuada a la hora de comunicarse, usar gestos, vivenciar y experimentar las vías de acceso al conocimiento (si en la historia el niño está de espaldas y no ve que lo que el otro hace, en la representación nuestro chico estará de espaldas y no lo verá), establecer un diálogo y después representarlo. Una vez representada la historia es interesante intercambiarse los personajes.

·         Imaginación:
Una forma interesante para empezar a trabajar la función imaginativa con las secuencias temporales es la de poner nombres a los personajes. Más adelante, o si el chico hace esto sin problemas, puede imaginar cómo continuará la historia (podemos apoyarlo introduciendo una tarjeta en blanco) o diferentes finales, para esto le podemos apoyar mediante preguntas o con opciones para que él vaya eligiendo. Y así poco a poco pueden ir surgiendo detalles espontáneos.


Muchas de las imágenes que usamos las encontramos “libres” por internet, otras ya os las hemos nombrado y, además, os recomendamos las secuencias de la marca Akros (las tienen en fotos y dibujos) y los “Ejercicios temporales” de la Editorial CEPE, S.A.

Esperamos que os hayan entrado ganas de trabajar con esta actividad y que os animéis a sacarle todo el jugo (estrujándola).

jueves, 5 de enero de 2017

Más allá del lenguaje oral... (Comunicación, escritura, lectura)

Ya estamos por aquí una vez más, esta vez para hablaros de un determinado perfil de chicos que nos han llevado a reflexionar sobre nuestra práctica. Como ya sabéis la mayoría de las personas con TEA son “aprendices visuales”, es decir, el canal visual es su principal entrada de información (frente al auditivo).

Al pensar en esto, solemos asociarlo a priori con imágenes (fotos, pictos, signos, dibujos…) pero podemos olvidar que existe también la palabra escrita como apoyo visual.
Nos hemos sorprendido al encontrar chavales que sin desarrollar lenguaje oral (ni expresivo y/o comprensivo) son capaces de manejarse (comunicarse, adquirir conceptos, regular su comportamiento…) con lenguaje escrito.

¿Cómo podemos darnos cuenta de este perfil de chicos?

Nosotros nos hemos encontrado con chicos que avanzaban de manera muy rápida en la adquisición de la lectura por vía global, mientras que su progresión en el lenguaje oral era más limitada, tanto a nivel expresivo (aumentar sus producciones orales en variedad, frecuencia…) como comprensivo (seguir órdenes que implicaban entender el significado de las palabras).

Entonces se nos ocurrió comenzar a usar el lenguaje escrito para realizar todo tipo de tareas de carácter lingüístico y comunicativo.
Por ejemplo, nos planteamos que realizaran peticiones entregando palabras escritas en vez de  imágenes,  siguiendo los mismos pasos que os explicamos en la entrada de "a pedir".








De la misma forma podemos usar el lenguaje escrito para aumentar el léxico y los conceptos que entiende y maneja.

¿Cómo hacer esto último?

Llevamos a cabo un procedimiento con tres pasos: CLASIFICAR/EMPAREJAR, DESIGNAR y DENOMINAR,  como ya os explicamos en la entrada "Ordenando el mundo".
Esta vez vamos sustituyendo el uso del lenguaje oral por el del lenguaje escrito.

Primero clasificamos o emparejamos las imágenes del contenido que vamos a trabajar junto con la palabra escrita.



A la hora de hacer designación (comprender el concepto, la acción…) usaremos la palabra escrita como apoyo a la consigna verbal si es necesario.


Y en el momento de denominar usará la palabra escrita para etiquetar el concepto, la acción… 



Recordad que nuestro objetivo final es que los chicos sean capaces de comunicarse haciendo uso de la palabra escrita (ya sea escribiendo a mano, como a ordenador o con algún otro sistema tecnológico).

Aquí finaliza nuestra entrada, esperamos que os sea de ayuda, y no olvidéis que seguimos aquí para recibir vuestras dudas, sugerencias y aportaciones.




lunes, 3 de noviembre de 2014

Por dónde seguimos???? (Comunicación)


Hola a todos de nuevo... tras una entrada en la que os contamos cómo iniciar la intervención con un niñ@ con TEA, dónde os contábamos qué tipo de actividades y procedimientos eran útiles inicialmente, os planteamos un segundo momento en el que introduciríamos otras tareas (objetivos y procedimientos) que sin ser tan “claves” o nucleares son complementarias para estimular el desarrollo en los diferentes ámbitos.
Estas habilidades o actividades las apuntamos al final de la primera entrada y ahora queremos extenderrnos y desarrollarlas  un poquito...
1.       Decir “hola” y “adiós”. Esta habilidad en principio la enseñaremos de forma algo mecánica, y con el tiempo, llegará a captar su significado real. Aprovecharemos las situaciones naturales de entrada y salida de lugares para moldearla y elicitarla. Nos apoyamos en signos para realizarla y es importante tener en cuenta los siguientes pasos a la hora de introducirla.


            Primero, nos plantearemos que el niñ@ responda (de manera signada y/o oralmente) al saludo o despedida de los demás, ayudándolo nosotros...  y cuando sea capaz de hacerlo sin apoyo pasaremos al siguiente paso. 
Este será que en estas situaciones en las que lo hemos abordado, sea él o ella el que lo inicie (el saludo o la despedida). Para ello puede ayudar que hagamos uso de dos recursos claves:
- la espera estructurada... es decir, posicionarnos delante del niñ@, agachándonos a su altura... y darle un tiempo...  
 - los signos... si vemos que no arranca podemos, o bien iniciar nosotros el signo sobre nosotros mismos a modo de recordatorio o iniciárselo a él o ella con el mismo fin...  
Es MUY IMPORTANTE:
-         evitar dar indicaciones DIRECTAS, tales cómo DÍ HOLA O DÍ ADIÓS
-         asi mismo, inicialmente, sólo usar la rutina de saludo o despedida (“hola” y “adiós”) SIN incluir el nombre de la persona (hola mamá, hola papá…) con el fin de evitar ecolalias inmediatas y que usen estructuras inapropiadas (por ejemplo, yo entro y le digo a una niña “hola Patricia”, y ella me contesta “hola Patricia”, sería inadecuado, porque este no es mi nombre). Más adelante os explicaremos cómo daríamos este paso.

2.      Otra habilidad básica para estos momentos iniciales, es que el niñ@ recurra al adulto cuando tiene una dificultad. Es decir, que nos solicite ayuda. Para favorecer el desarrollo de esta habilidad, generamos situaciones en las que sabemos que el niñ@ va a tener “un problema” (por ejemplo, le indicamos que cuelgue el abrigo, cuando sabemos que no tiene suficiente destreza o que ponga un picto en la agenda al que le hemos retirado el velcro). Lo más importante es esperar a que el niño vaya hacia el adulto (este sería el primer paso y para facilitarlo, nos ponemos muy cerquita y disponible). Cuando el niño se aproxime a nosotros, bien porque nos toque, nos entregue el objeto con el que tiene la dificultad (el abrigo) o ponga nuestra mano sobre el objeto... cogeremos sus manos y moldearemos el signo de ayuda


Esta misma situación la provocaremos a ser posible todos los días (podemos generar diferentes momentos si estamos en el contexto de casa o en el cole y no en el tiempo corto de una sesión) y progresivamente retiraremos nuestro apoyo para el desarrollo del signo.

3.      Identificar a las personas de su entorno. Este contenido vamos a introducirlo en el niñ@ presentando fotos de los miembros de su familia y tratando de que realice actividades de emparejamiento. Nos serviremos de una plantilla que le ayude a entender lo que pretendemos a través de esta actividad.



Colocaremos una foto al tiempo que nombramos a la persona correspondiente y le ayudamos a identificar o buscar la pareja. Cuando el niñ@ la pone en su lugar, volvemos a nombrar y finalmente, repetimos nombrando ambas para reforzar el emparejamiento y la comprensión de la tarea. Esta tarea la solemos apoyar también con signos: papá, mamá, el señalamiento sobre sí mismo (para él o ella) y si hay hermanos, buscamos un signo para cada uno de ellos.




También a través de ella estamos abordando la capacidad representacional, la identificación de personas en fotos.
4.      El juego funcional con juguetes es otro aspecto a abordar. Como ya os hemos explicado en otras entradas, sería apoyar al niñ@ (si es necesario) para que realice manipulaciones apropiadas y variadas de objetos diversos y manteniéndose durante suficiente tiempo en las mismas. Por ejemplo, apretar, tirar, meter, agitar, soplar, rodar... os mostramos diferentes ejemplos de este tipo de juguetes.
 

 


 
 


5.      Finalmente, os proponemos una actividad a través de la cual se abordan diferentes aspectos:
              - capacidad representacional, es decir, la habilidad del niño para identificar el objeto que se representa en una foto
         - el primer paso del juego simbólico, que consiste en la manipulación de objetos cotidianos en situaciones descontextualizadas (es decir, fuera de la situación habitual) –en una próxima entrada os contaremos cómo abordamos el juego simbólico-. 

Esta actividad nosotros la llamamos “Bloc” ya que el soporte de la misma es un bloc o carpeta en el que hay fotos de objetos cotidianos que forman parte de la vida diaria del niñ@ (es importante tener información de la familia al respecto). Estos objetos podrían ser lápiz, peine, vaso o botella, crema, pelota, cuchara… 



Tendremos dos objetivos:
- por un lado, que el niño identifique el objeto que le mostramos en la foto o dibujo, que nombramos al aparecer y que el niño tiene que seleccionar de un grupo que le presentamos (este grupo será tan numeroso como el niño permita, iniciaríamos con uno o una pareja de objetos y aumentaríamos progresivamente) 

presentación de la tarea
lo que queremos que el niñ@ haga


Aumentamos progresivamente la dificultad
Este sería el último paso 

- por otro lado, una vez que el niñ@ lo ha emparejado, si no surge de forma espontánea... le animamos a utilizarlo (a ver cómo te peinas!) podemos incluso  darle un modelo a ver si nos imita y si no, haríamos uso del apoyo físico para que realice la acción correspondiente...

Hasta aquí, otra serie de sugerencias de actividades para introducir en momentos iniciales. Si os animáis y probáis algunas, o si os surgen dudas al ponerlas en práctica, plantearnos cuestiones para así aclarar la información aportada... ¡¡¡¡OS ESPERAMOS!!!!!



viernes, 12 de septiembre de 2014

Y... por donde empezar??? ... por el principio!!! (Comunicación, relación social)

Cuando nos encontramos ante un niñ@ con autismo por primera vez y nos planteamos qué hacer con él o ella, tanto en casa, como en sesiones individuales o en el aula es posible que aparezcan dudas sobre por dónde empezar…
A lo largo de esta entrada pretendemos dar una serie de pistas sobre lo que a nuestro entender podrían ser los primeros aspectos a tener en cuenta y nuestros objetivos prioritarios en estos momentos…
Lo primero es (una obviedad, seguro) pero importantíííísimo… conocer al niñ@, saber cuales son sus gustos y sus preferencias, qué le llama la atención, qué le cautiva, qué hace que se comprometa… Esto podremos descubrirlo a través de la información que nos aporte la familia y a través de nuestra propia observación… ambas vías son importantes, porque no siempre todos los entornos ofrecen las mismas posibilidades…
Una vez que tengamos claro esto lo fundamental será:

-     Aprovechar cualquier situación de su interés  (ya sean actividades, alimentos o juguetes ) que nos permita favorecer la comunicación y la relación social.  

Inicialmente haríamos esta actividad al completo varias veces (por ejemplo, soplamos pompas de forma repetida y le dejamos disfrutar a su manera de las mismas) sin hacerle ningún tipo de demanda, aunque pudiéndola acompañar con lenguaje sencillo (antes de soplar, decimos pom-pas), podremos comenzar a interrumpirla y poco a poco, intentar construir una conducta que será sociocomunicativa (por ejemplo, primero querremos que nos dé el bote -de las pompas- o que nos tire de la mano -en situaciones de juego de cosquillas- y una vez amague estos comportamientos rápidamente responderemos dándole lo que sabemos que quiere) Progresivamente y una vez esté establecido este primer comportamiento podremos ir complejizándolo esperando que surja “algo más” (contacto ocular, una emisión, señalamiento digital tocando… ) o moldeándolo.
Para este objetivo, podremos usar actividades como el juego interactivo (con el que además desarrollamos aspectos emocionales), ofrecer varios juguetes o alimentos (“aperitivos”), tareas manipulativas… dependerá de lo que al niñ@ le interese!!


El niñ@ entrega una caja para pedir
Juguetes que pueden ser motivadores
 
Tareas manipulativas por las que
el niñ@ tenga interés

-         Otro objetivo fundamental será la estimulación del lenguaje oral, para ello tendremos que “buscar-encontrar” actividades que promuevan la aparición de emisiones, de sonidos… en ocasiones, esto es todo un reto… y la clave suele ser tanto la observación del niñ@ -estando atentos a cualquier producción- como la propuesta de diferentes actividades. Generalmente, con niñ@s muy silenciosos, el movimiento (bien que ellos se desplacen o bien que los “tiremos” o “removamos”… ) puede ser un recurso. Será fundamental imitar estas producciones (contraimitarlas) con el fin de (tras hacerlo de forma repetida, y en el tiempo) lograr que se interese por nosotros y aparezca cierto juego (tú dices y esperas a que yo te imite, e incluso yo introduzco ligera variación y eres capaz de seguirme…)


Contraimitar,
una forma de captar su atención

 Mejorar su comprensión del lenguaje. Para ello, y tras asegurarnos su atención (conviene situarnos a su altura), aprovecharemos las diferentes situaciones que surjan, para dar una consigna verbal y ayudarle, si es necesario, para que la realice. Es importante, que hagamos un uso de un lenguaje
o       “Ajustado” a su nivel de comprensión-expresión –seguir la regla del +1 puede ser útil. Consiste en utilizar un elemento más de lo que el niñ@ es capaz de producir.
o       Concreto
o       Bien entonado y articulado
o       Apoyado en claves visuales (signos o imágenes-fotos, dibujos, etc.)
Podemos comenzar con instrucciones muy básicas tales como “dame”, "pon", "mete", "guarda"… las actividades manipulativas son una excelente oportunidad para insistir en este tipo de consignas en un contexto funcional y generalmente, motivante.

Situarnos a "su altura"
-         La imitación… para favorecer esta competencia que también es fundamental, podemos optar por la manipulación de objetos de su interés o por el uso de gestos en canciones. Dependiendo del niñ@ podremos conseguir mayor implicación en una u otra actividad. Son dos tipos de imitación (una de gestos y otra de acciones con objetos) pero en cualquier caso, comenzaremos reforzando aquella que sea más llamativa y significativa para él o ella. Recursos como los instrumentos musicales (para la imitación de acciones con objetos) o las canciones del Cantajuego o del Conejo Lector, pueden ser de utilidad.


 


 Por supuesto, hay que abordar el desarrollo de la acción conjunta (jugar a intercambiar un objeto) y la atenciónconjunta (compartir un referente a través de actividades como los álbumes de intereses), como ya os hemos explicado en otras entradas. 

-         Finalmente, apuntar que es importante generar situaciones estructuradas en la que previamente hayamos planificado las actividades que vamos a desarrollar y los objetivos que vamos a pretender a través de ellas. Esta planificación, no obstante, no debe restar la capacidad para ser espontáneos y dejarnos llevar por lo que el niñ@ en el momento traiga o surjan, teniendo claro que nuestro objetivo será siempre desarrollar al máximo su competencia comunicativa y de interacción social.

-         También es oportuno, considerar más adelante, la introducción de situaciones que nos permitan abordar ciertos aspectos que serán útiles en la vida diaria del niñ@, tales como:
o   Las rutinas sociales básicas de saludo y despedida, que pueden introducirse en las situaciones naturales que se produzcan
o     La petición de ayuda (en caso de ausencia de lenguaje oral, se recomienda el uso de un signo para que el niñ@ puede solicitarla en caso de enfrentarse a una situación problema)
o  El signo de “ya” o “se acabó”, como una estrategia que puede incorporarse de forma sistemática al finalizar cada actividad, y que le enseña al niñ@ un recurso para poder comunicar que quiere que algo finalice o termine.
o   El juego funcional con objetos, entendiendo por tal que el niñ@ aprenda a usar los juguetes de una forma apropiada, con el fin para el que fueron creados.

Esperamos que estas aportaciones os resulten útiles y vuestras sugerencias para entre todos mejorar nuestros recursos... 
Hasta la próxima semana!!!!!!!!!!!!!!!!!!!