Esta semana vamos a continuar abordando la intervención en “teoría de la mente”… ya os contamos cómo
comenzar en este ámbito con los
chicos que tienen dificultades (TEA, TEL…). Si recordáis, os mostramos como abordar las perspectivas perceptivas y os
propusimos actividades también para llegar a la experimentación-comprensión
de las vías de acceso al conocimiento.
Lo siguiente que vamos a abordar sería la relación
entre nociones mentalistas (deseos y creencias -erróneas o no- ) y las emociones que pueden generarse a partir de
ellas.
Estos conceptos son bastante “invisibles” para las personas
con TEA así que a través de la intervención
trataremos de hacerlos “visibles”… con el fin de favorecer su comprensión. ¿Por qué es importante trabajar sobre estos aspectos? Porque nuestro mundo
social, el comportamiento de otras personas, se explica, se comprende y se anticipa teniendo en cuenta de forma
casi permanente esta información en los demás…
Las ideas que aquí os sugerimos surgen
a partir de la propuesta de actividades que se refleja en el libro Enseñar a los niños autistas a comprender a los demás. Guía práctica para
educadores. Howlin, P.; Baron-Cohen, S.; Hadwin, J. (2008). Ed.CEAC. Ante las dificultades de comprensión que en el formato “ficha” que se plantea en este material tenían algunos chicos, comenzamos a pensar cómo hacerlo más
claro.
Para ello elaboramos un material visual que nos ayudaba tanto a la
hora de plantear la tarea como en el momento en el que el niño
tenía que responder a las preguntas que le hacíamos.
Comenzamos abordando la relación entre deseo, realidad y emoción. Partimos con un muñeco
en el que señalamos de forma
diferenciada sus deseos (que se ubican en el corazón), la realidad (en la mano) y las emociones (que se reflejan en
el rostro del muñeco, siendo de
quita y pon, y donde le planteamos dos alternativas al niño contento vs triste).
Planteamos situaciones de dos tipos: en una el deseo se cumple y
en otras, no se cumple.
Veamos un ejemplo, es importante
tener en cuenta que mientras la explicamos, vamos colocando los elementos sobre
el muñeco.
“María (este podría ser el nombre del muñeco que le
presentamos) quiere un pastel (DESEO) -colocamos esto en
el corazón-
Y su mamá le da una plátano (REALIDAD)… -colocamos esto en la mano- o le da magdalena
¿cómo está
María? (EMOCIÓN)
Lo primero que pretendemos es que el niño se dé cuenta de cual es
la reacción emocional del
personaje frente a su deseo cumplido o no cumplido. La respuesta que esperamos del niño es TRISTE o CONTENTO (le
estamos dando las opciones visualmente para que elija y la ponga en la cara del
muñeco y esto puede
acompañarlo con lenguaje).
Ahora la siguiente pregunta ¿Y POR QUÉ ESTÁ TRISTE/CONTENTO? es la que busca que el niño “justifique” esta respuesta sobre la emoción, y en la que ha de incluir el elemento mentalista (deseo) y lo
que ha sucedido en la realidad. Buscamos que el niño nos diga algo así como “la niña está triste porque quería pan con chocolate y su mamá le ha dado una pera” o “la niña está contenta porque quería pan con chocolate y su madre le ha dado
pan con chocolate”.
Al principio, nosotros se lo contamos TODO (planteamiento de la
situación +
pregunta-respuesta 1 y pregunta-respuesta 2 ) a modo de cuento, apoyándonos en lo visual al contarle la
situación y al
responder a las preguntas. Con este
apoyo visual que señalamos en el
momento apropiado, podemos ir retirándonos
progresivamente hasta que fuera capaz de hacerlo de manera autónoma.
Inicialmente, vamos a usar una estructura muy parecida (siempre es mamá o papá el que nos da algo que puede coincidir o no con nuestro deseo). Los objetivos que nos marcamos con los chicos en estas situaciones son dos
- por un lado que el niño
sepa anticipar la emoción
resultante (en función de si se ha cumplido o no su deseo
- por otro lado, que sepa justificarla. Para ello, necesitaremos
usar una estructura lingüística de cierta longitud, así que el niño tiene que tener cierto nivel de desarrollo
del lenguaje (ser capaz de hacer frases de más de cuatro elementos, por daros un criterio)
Una vez que sea capaz de realizar esta tarea, podremos
generalizarla a diferentes situaciones, saliéndonos de
esta estructura general y aprovechando otras situaciones sociales (por ejemplo,
lo que quiere que le traigan los reyes magos y lo que le traen, o va al zoo a
ver unos animales y se encuentra con otros o con los que espera... etc.)
vuestra creatividad seguro que genera cientos de situaciones diversas ¡¡¡¡ CONTÁDNOSLAS!!!!!
En ocasiones, a los niños les puede costar la
diferencia entre lo que deseo y lo que tengo. Cuando nos hemos encontrado con
esta dificultad, parece que convertir en tridimensional lo que tengo ha servido
para que pudiera discriminar entre algo no real (el deseo) y algo real.
El último paso, cuando daríamos por adquiridos estos
objetivos, sería cuando planteándole al niño una situación con este esquema pero totalmente novedosa, (contándosela
únicamente de forma oral y prescindiendo de los apoyos visuales)
sea capaz de resolverla sin dificultad.
Os recomendamos utilizar elementos que coincidan con las
preferencias del niño –para favorecer su comprensión- y que sean
claramente opuestos (en general, mi respuesta emocional no cambiará
si me dan un coche o un camión, pero sí si me dan un coche o una piedra)
"El Equipo de Trasteando "queremos" que os leais la entrada, y si habeis llegado hasta aquí, así habrá sido y estaremos muy contentos".... Gracias...;-))))
Hasta la próxima...
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