Ahora nos toca abordar un mundo especialmente complejo, el
de las “emociones". Si ya para cualquiera de nosotros es difícil de desmenuzar
y entender este mundo, para un chic@ con
TEA resulta especialmente complicado acceder a él …
Comprender las emociones más complejas tanto en nosotros
mismos como en los demás es base
fundamental para saber movernos en el mundo social y conseguir una regulación
de nuestra propia conducta.
En el mundo de las personas con TEA, parece más sencillo
comenzar a abordar las emociones de fuera a dentro. Primero se pretendería que
el niño las identificara en el mundo que le rodea, para más adelante pasar a
etiquetar sus propias vivencias.
Hemos de empezar reconociendo las emociones básicas para
luego poder relacionarlas con situaciones cotidianas, ser capaz de anticiparlas
en función de la situación y finalmente vincularlas con vivencias propias .
¿Cuándo y cómo empezamos?
Para comenzar el aprendizaje de las emociones es necesario
que nuestros chicos tengan un nivel mínimo de desarrollo global.
Como anteriormente hemos comentado comenzaríamos con el reconocimiento
y denominación de las expresiones
faciales asociadas a emociones básica :contento,
enfadado ,triste y asustado. El procedimiento que seguimos es el de clasificación,designación y denominación que ya explicamos en la entrada de conceptos.
Comenzaríamos a trabajarlo con estímulos
iguales para
facilitar la discriminación apoyándonos también en nuestra propia expresión
facial o/y signos.
Puede ocurrir que el niñ@ no tenga interés por el material
que le presentamos y entonces…es cuando “llamamos” a Dora, Pocoyo, Pepa Pig
Una vez que el chic@ tiene controlada la tarea con este
material pasaríamos a generalizar el aprendizaje con estímulos diferentes.
Desde nuestra experiencia
os proponemos el siguiente proceso que a nosotros nos funciona,
siguiendo este esquema
1º contento-enfadado
(ya que son las más fáciles de discriminar
y de las que el niño suele tener más experiencia)
2º contento – triste
3º enfadado – triste
4º contento – enfadado – triste
5º Y finalmente, introducimos asustado y en función del niño, a veces es necesario
contraponerla una a una o se puede ir haciendo en bloques de tres.
El siguiente paso que nos plantearíamos, una vez que el niño
sea capaz de denominar estas cuatro expresiones faciales asociadas a las emociones
que nosotros consideramos básicas, sería que el niño comenzara a establecer la
relación entre situación y emoción.
Para ello, necesitamos contar con un repertorio de
situaciones en las que se reflejen claramente las emociones básicas y las
situaciones planteadas sean sencillas y fáciles de entender (a ser posible, que
formen parte de la vida cotidiana del niño y no haya demasiados personajes, al
menos al principio).
El esquema de trabajo sería
1- presentar
la imagen al niño
2- preguntarle
cómo está el personaje (para facilitar su respuesta le podemos proporcionar
opciones visuales, si lo vemos necesario)
3- Le
preguntamos porqué está de este modo… tratando de que nos justifique su
respuesta. En este punto, no solemos centrarnos en la estructuración del
lenguaje adecuada (lo cual pasa a un segundo plano) sino en que vincule
contenidos (por ejemplo, contento…cumpleaños o enfadado…perro pipí)
Nosotros, después si podemos proporcionarle el modelo lingüístico adecuado (la
mamá está enfadada porque el perro se ha hecho pipí en el suelo)
En próximas entradas os iremos contando cómo seguir trabajando el mundo de las emociones .
Seguro que tenéis otras ideas, buenas y nuevas!!!!... CONTÁDNOSLAS!!!!!
Esperamos que sirva de ayuda… FELIZ SEMANA!!!
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